28 de junio de 2022
Querida familia de NVHC,
Muchos de ustedes habrán oído hablar de las recientes pintadas en la iglesia católica de San Juan Neumann, en el sur de Reston, con mensajes como “Esto debe parar” y “Separación de la Iglesia + el Estado”. Condenamos este crimen con la mayor convicción posible. No hay lugar en nuestra comunidad -ni en nuestro país- para actos de odio contra grupos e instituciones religiosas, independientemente de la posición política.
El pueblo judío ha prosperado en los Estados Unidos de América gracias a nuestro compromiso nacional con la libertad religiosa. Nuestra fe enseña el respeto a todas las personas como creadas a imagen de Dios, y creemos que Dios formó un pacto con todos los hijos de Noé, y por tanto con toda la humanidad, después del diluvio. También estamos obligados a mostrar gratitud y participar enérgicamente en el sistema democrático que permite la libertad de expresión, de reunión, de convicción y de defensa.
El judaísmo nos obliga a proteger a nuestro prójimo de los actos de odio; nuestros valores judíos nos obligan a proteger la libertad de nuestros conciudadanos para creer, decir y actuar en cualquier posición política que puedan tener, incluidas aquellas con las que no estamos de acuerdo. Nos oponemos a esas posiciones a través de la participación política legítima, no de la destrucción de edificios.
Por último, la democracia depende de instituciones sanas. La participación en una iglesia o sinagoga local nos capacita para convivir con las diferencias, negociar decisiones difíciles, aprender de los puntos de vista opuestos y, sencillamente, presentarnos ante la comunidad cuando sea necesario. Todos estos son hábitos esenciales de la ciudadanía. Sin instituciones y sin institucionalidad, los demagogos encuentran un pueblo vulnerable a la tentación del extremismo político y la violencia. En este mismo momento, un grupo de miembros de NVHC está viajando a Polonia para ver Auschwitz y otros lugares que demuestran lo que ocurre cuando una sociedad empieza a pintarrajear edificios, abraza la demagogia y permite que florezca el odio.
Podemos no estar de acuerdo en los temas; sin embargo, nos solidarizamos con nuestros vecinos y amigos de la iglesia católica de San Juan Neumann que han visto violado su espacio sagrado, y condenamos a los que cometieron este acto de pecado en hinam, odio sin sentido.
L’shalom,
Michael Holzman, Rabino
Susan Caro, Cantor
Rosalind Gold, Rabino
Risa May, Presidente